Siempre he dicho que la publicidad es, para muchos de los que estamos en este negocio, como el marido abusador que nos pega y nosotros somos la abnegada esposa que se deja pegar, llora y siempre vuelve porque es que “él me quiere a pesar de todo” o “él va a cambiar”. Él nunca cambia y por eso la relación está condenada a ser para siempre un espiral de amor y odio. A veces más amor que odio y a veces mucho más odio que amor.
Yo ya no espero que cambie y ya me resigné a muchas cosas. Hay cosas que ya sé y cosas en las que no quiero caer. Ya sé que me encanta ser copy, con este reciente cambio de empleo lo descubrí. El proceso creativo para publicidad es muy entretenido y es un trabajo que lo hace sentir a uno que no está trabajando, que se está divirtiendo… a veces. Ya sé que no me interesan los premios. Ya sé que los premios en publicidad son un montón de creativos reunidos diciéndose entre ellos lo maravillosos que son, todos lisonjeándose y pensando que la publicidad va a salvar el mundo. Ya sé que no me interesa mezclarme con creativos estrella. Ya sé que ellos tienen la profundidad intelectual de un charco en el pavimento y que sus conversaciones son sólo sobre publicistas, agencias y premios. También sé que el cliente jode y pide cosas absurdas, pero es el cliente y es el que paga. Ya sé que si lo que quería era hacer arte no debí haber estudiado publicidad… y pues no, no quiero hacer arte. Quiero vender. Ya sé que si espero que todo mi potencial creativo se use para las piezas publicitarias me voy a frustrar. Ya sé que si no tengo un hobbie voy a sufrir y voy a volverme un creativo aburridor que vive para trabajar y no trabaja para vivir. Ya sé que sólo quiero trasnochar en la agencia cuando sea absolutamente necesario.
Y como yo ya no espero que el marido cambie, él ya no me pega. Hace rato no lo hace, porque hace rato decidí que iba a dejar de sufrir por sus desplantes. Sí me voy a enojar cada vez que un creativo colombiano se autoadule por ganarse un premio en Argentina porque la estupidez humana siempre enoja, pero ya no voy a quejarme del negocio por eso. Lo que está jodido de la publicidad NO es el negocio, son los creativos que quisieron creerse rockstars y se olvidaron de su trabajo, un trabajo sencillo que trabaja por el capitalismo. Vender y comprar. Eso es lo que lo hace hermoso.
¿pero quién no quiere ser como Ramiro Agujis?
(y yo pensando que le ibas a hacer publicidad a tu marido) u___u
pero tú no eres un marido que me maltrata… o sí lo eres? chan chan chaaaan
El creativo se tiró el negocio de la publicidad cuando se montó en su nube de ideas artísticas que venden recursos bonitos pero que a la final no venden productos reales.
Y el ejecutivo, el cliente, el productor de comerciales, el CEO y todo el mundo se montó en una película de egos, ideas y poses que lo único que hacen es dañar el ambiente.
Tan bonita que era publicidad y cómo nos la tiramos hombre.
Uno debería poder favoritear comments :).
Tienes mucha razón, a mi también me raya bastante que a veces hasta un petardo se gane un premio y se crea el gurú de la publicidad, ya es suficiente con verles la cara de disque artistas en los corredores pa que consideren verse como rockstars ¬¬ FAIL
Yo opino que la publicidad está cagada por 2 cosas: los creativos rockstar y las ejecutivas/CEO/directoras de cuentas mediocres. PERO, también creo que está cagada porque ni mis predecesores ni yo hemos tenido los huevos para pararnos en la línea (tan necesario por estos días) y mandarlos a comer mierda de manera inteligente y sagaz.
¿Tomar las riendas de este negocio será una idea utópica?