Archive | April, 2014

7 meses después de Fuckencio

15 Apr

Es 15 de abril. eso es casi 7 meses después de la hemorragia cerebral causada por el aneurisma que casi me mata y hoy, con menos secuelas que cuando escribí la última entrada, puedo decir que estoy bien. Muy bien. Me hormiguea el lado derecho del cuerpo y me tiembla. Me cambiaron los anticonvulsionantes porque se me estaba cayendo el pelo, estoy más miope y ya tengo gafas permanentes, pero estoy bien. Mejor que bien.

Por alguna razón estoy nostálgica y hoy pienso en mi papá, mi mamá y mi hermanita. En su dolor de esos días de clínica porque yo ahora hago bromas con lo que viví, con lo que le pasó a mi cuerpo, pero jamás voy a poder saber lo que ellos vivieron y el infierno que su vida fue al pensar que una de sus hijas (o para mi hermana, su única hermana) se moría frente a sus ojos. Mi mamá me preguntó que qué sentiría yo si Aníbal, uno de mis gatos, se enfermara de gravedad. Al imaginarlo sentí dolor y pude imaginar un poco de lo que ellos vivieron, pero solo un poco. Un poco, muy poco. Mi mamá también me dice que no tengo nada que agradecerles a ellos porque son mis padres, porque lo mínimo que debían hacer es cuidar mi vida y preocuparse por mí, pero yo siento que me quedo corta en agradecimientos cada vez que pienso en todo lo que hicieron. Me siento muy boba también, pero eso es normal.

En un mes me voy con ellos para la playa. Con ellos, con mi abuela, con mi hermana, con mi esposo y con el novio de mi hermana y es increíble la emoción que me inspira ese paseo. Ya quiero que llegue el día de tomar ese avión y pasar 5 días en la playa jugando como si fuera una niña chiquita. Recordando los mejores paseos de infancia y atesorándolos como se debe para ahora sumarles este paseo de adultez en el que no me voy a negar nada. Ningún momento de felicidad y ninguna hora de dicha familiar. Mi familia casi me pierde a mí y yo desde el más allá no iba a extrañar a nadie, pero este regreso a la vida me ha hecho apreciar cosas que antes no veía, entonces cada día es una oportunidad de vivir de verdad. Estoy tan optimista que me provoca pegarme, pero también estoy feliz y libre de dolor (físico y emocional).

Entonces… siete meses desde que se me reventó un aneurisma en el cerebro. 7 meses desde que me dio por coquetearle a la muerte y a la tullidez, pero también siete meses desde que me volví una mejor persona (aunque no se note mucho) y 7 meses desde que causé un dolor inhumano a las personas que más me aman en la vida y quisiera remediar eso. Hacer algo que los haga felices para que olviden el trago amargo de septiembre de 2013 pero no tengo superpoderes y ellos no van a olvidar esa experiencia jamás. Lo mejor que puedo hacer es tratar de seguir siendo yo, seguir diciendo estupideces que los hagan reír y tratar de ser mejor hija y hermana.